El pasado 20 de febrero tuvimos la visita a Tejada la Vieja del Colegio Británico de Sevilla, radicado en Bollullos de la Mitación (Sevilla). Las visitas escolares suelen tener un matiz diferente con respecto a otras, no solo por la edad de los visitantes, la frescura y la sinceridad de sus preguntas; sino porque nos obligan a enfrentarnos a cuestiones que creíamos sabidas de antemano, a preguntarnos lo que nunca nos habíamos preguntado. Con ellos recorrimos la historia de tartesios y fenicios, de cartagineses y romanos y también la de Tejada, sus calles, sus plazas, su poderosa muralla visible a desde la distancia, la minería que le daba sentido a su existencia. En definitiva: cómo vivían y quienes eran los que nos precedieron hace más de dos mil años en el suelo que estamos pisando.
Actividades extraescolares diferentes en Tejada la Vieja

La experiencia es gratificante para nosotros y para los escolares que nos visitan, porque es más fácil conocer la historia viéndola de primera mano, observando la cerámica, el modo en que se construían las viviendas, teniendo entre sus manos un trozo de escoria fundida de mineral. Las actividades extraescolares no son solo un divertimento, un modo de escapar de la escuela, sino un vehículo poderoso de aprendizaje práctico y de primera mano, un modo de abrirnos a la curiosidad hacia el mundo que nos rodea. Tejada la Vieja es un lugar magnífico para conseguir el objetivo de hacer la educación más amena y menos teórica y potencia, además, la actividad física y el contacto con la naturaleza. Tejada se asienta en un paraje natural serrano, pero para llegar a ella atravesamos diversos paisajes, desde la antropizada y agrícola campiña, hasta los paisajes adehesados donde se encuentra la antigua ciudad, sirve por tanto también para conocer cómo la huella del hombre transforma su entorno a lo largo del tiempo. Seguro que las chicas y chicos del Colegio Británico, alguno de los cuales planeaba volver con sus padres, recordarán siempre esta visita, como nosotros recordaremos sus preguntas, su pasión, su curiosidad, su sorpresa ante aquello que el tiempo nos ha legado de Tarteso.
¿Qué aprenden los niños en Tejada la Vieja?
Sabemos que no siempre es fácil que un grupo de pequeños exploradores se mantengan atentos y en silencio durante una visita arqueológica. Por eso, visto desde el punto de vista pedagógico, siempre es más positivo dejar que sean ellos los que hagan preguntas, saquen sus propias conclusiones y aprendan de forma amena y divertida. La visita para escolares en Tejada la Vieja está enfocada, principalmente, a conocer la historia a grandes rasgos de Tartesos. Es decir, más que centrarnos en la propia historia arqueológica del yacimiento, les enseñaremos a través del prisma de esta ciudad preromana el origen de nuestra civilización. Incidiremos en que, mucho antes que llegaran los romanos a la Península Ibérica, en estas tierras ya existía una civilización autóctona caracterizada por la fusión de elementos indígenas y orientalizantes.