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La sierra de Huelva que no conoces: yacimientos arqueológicos y parajes ambientales únicos.

Cuando oyes hablar sobre la Sierra de Huelva seguro que te vienen a la mente lugares tan emblemáticos como Aracena y Picos de Aroche, Fuenteheridos, Zufre o Castaño del Robledo, quizás. Sin embargo, cada vez son más los que deciden apostar por zonas que son más desconocidas para el turismo clásico y que pueden ser igual de singulares y llamativas. Es el caso de la parte de la Sierra de Huelva de la que te vamos a hablar hoy, concretamente de la Sierra de Tejada.

 

En las primeras estribaciones de la corteza serrana onubense, limitando al norte con Minas de Riotinto y El Castillo de las Guardas y escoltada a izquierda y derecha por el Río Tinto y el Agrio, respectivamente, encontramos la Sierra de Tejada. No hay duda que es un componente esencial de la afamada Sierra de Huelva, y que destaca por su fauna ibérica salvaje, barrancos vírgenes, fuentes naturales y yacimientos arqueológicos impresionantes ¿Te atreves a descubrir en un solo día este lugar de la Huelva secreta?

La Sierra de Huelva, concretamente la Sierra de Tejada, muestra un conjunto de ecosistemas muy diversos y variados, desde bosques naturales de encinas y alcornoques, hasta bosques artificiales de eucaliptos, praderas, matorrales y pastizales y barrancos. Son estos últimos, sin duda, los que más riqueza medioambiental conservan. Sobre todo, tras el arrasador incendio de Rio Tinto en el año 2004. Después de tal desgracia, solo algunos barrancos quedaron intactos, gracias a su profundidad y humedad.

 

Destacable es el barranco de Los Laureles, en Escacena, que posee la aliseda más al sur de Europa. Este conjunto de alisos ocupa una hectárea y media, y está incluida en Listado de Árboles y Arboledas Singulares de Andalucía. Evidentemente, es un lugar de extraordinaria belleza y peculiaridad. Por este barranco fluye el arroyo de los Laureles, que brota de la fuente homónima y que recorre espectaculares y cristalinas mini cascadas dignas de contemplar. Un microclima que más bien parece del norte peninsular. Uno de esos lugares que no se te borran fácilmente de la memoria. 

Nacimiento del río Corumbel

El río Corumbel, del latín Flumen Columbaris (Río de las Palomas), nace en el núcleo forestal de La Pata del Caballo, en el término municipal de Escacena del Campo (Huelva).

 

Concretamente, las aguas subterráneas emergen a un kilómetro de profundidad en “los montes del Cejo”. Tras el nacimiento del Corumbel, se forma un espectacular manantial que sirve de abrevadero de la fauna silvestre (principalmente ciervos y jabalíes) y que merece la pena visitar, fotografiar y permanecer unos minutos en silencio para escuchar los gritos de la naturaleza. 

 

Recorrer cualquier parte del trayecto del río Corumbel, el principal afluente del río Tinto, es algo que merece la pena. En todo momento estarás rodeado de naturaleza y cruzarás con él dos de los términos municipales más importantes de la Sierra de Tejada: Escacena del Campo y Paterna del Campo

El Río Tinto a su paso por la Sierra de Tejada

En la frontera invisible que separa la campiña del Campo de Tejada de la Cuenca minera, se encuentra Berrocal, que capitanea la Sierra de Tejada desde su extremo noroeste. Allí custodia también uno de los tramos más impresionantes del Río Tinto, que baja hacia Paterna, buscando el Odiel. Realizar este trayecto es sinónimo de paisaje marciano, minería vetusta y alcornocales legendarios. 

Arqueología y Naturaleza en la Sierra de Tejada

Mucho antes de que los seres humanos llevásemos registro de nuestra historia, ya nuestros antepasados se habían fijado en esta sierra que está habitada desde tiempos inmemoriales. Se encuentran restos megalíticos en las cercanías del Tinto y evidencias calcolíticas en muchos otros lugares. De hecho es en este último período, en la Edad del Cobre, cuando la Sierra comienza a cobrar mayor relevancia. En muchos de sus barrancos, donde el agua se había abierto camino arañando la tierra, las vetas de mineral aparecen a simple vista. La explotación de los recursos minerales supuso una importante transformación del paisaje natural de la Sierra: aparecieron vías de comunicación, fortificaciones y ciudades que hoy suponen un importante patrimonio arqueológico.

Entre estos destacan:

Minas

Son innumerables las minas abandonadas con evidencias de explotación en época tartésica o romana. Entre ellas podríamos citar las de Los Laureles, Cueva del Monge o La Trinidad.  

Fortificaciones

Entre los cerros encastillados fortificados, principalmente, en época romana, destacan yacimientos como Los Atajuelos, la torre de los Perros o El Castrejón. Su principal función era el control de las vías de comunicación.

Ciudades

Las ciudades más importantes de las que tenemos constancia en la Sierra de Tejada son la antigua Ostur y Tejada la Vieja. La más importante y singular sin duda es Tejada, declarada Bien de Interés Cultural con la categoría de Zona Arqueológica y Paisaje Protegido de Andalucía. Constituye el mejor ejemplo excavado hasta ahora de conjunto urbano tartésico-turdetano. Ahora, gracias a la Asociación Scatiana, es visitable los domingos alternos de cada mes. 

Todos estos yacimientos arqueológicos se encuentran localizados en paisajes serranos, entre cerros y barrancos donde las encinas y alcornoques forman masas boscosas en los lugares más accesibles habitualmente adehesadas y en los más impracticables imbricadas en una densa masa de matorral. En los barrancos el bosque mediterráneo explota de colores, de luces y sombras con alguna muestra de bosque de galería flanqueado de álamos y fresnos. El lugar perfecto de acogida para la fauna ibérica y mediterránea. 

 

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