
Visitas a Tejada la Vieja más atractivas.
Si hace 5 años alguien me hubiera dicho que las visitas a Tejada la Vieja resplandecieran como hoy lo hace lo hubiera tachado de loco. Esto ha sido una de las batallas siempre pendientes para la Asociación Cultural Scatiana, Me hubiera resultado tan difícil de creer a alguien diciendo: “Dos autobuses se han encontrado en la Cañada del Alrrebol para visitar Tejada la Vieja”. Pero sí, este yacimiento hoy resplandece. Y cuando digo esto no aludo de manera específica a lo estético. No a lo que se ve. Hago referencia más bien a su situación concebida desde la visión turística.
A día de hoy, si alguien acude a la cita que periódicamente se programa para visitar el yacimiento, observará que hay determinados aspectos que han cambiado. Ahora, la visita se presenta mucho más atractiva y dinámica. Y esto es gracias a los últimos elementos que la Universidad de Huelva y el Ayuntamiento de Escacena han instalado sobre el cerro calizo.

Nuevos elementos para la interpretación turística de las visitas a Tejada la Vieja
Uno de ellos es la grava de diferentes códigos de colores vertida sobre el interior de los zócalos pétreos que aún perduran. Esta ayuda al visitante a distinguir los espacios que en el siglo IV a.n.e eran cubiertos con techumbres. Por ejemplo, habitaciones de viviendas o almacenes. También ayuda a identificar los que se disponían abiertos al exterior. Por ejemplo callejones interiores o patios, principalmente. Aunque hay un elemento que destaca a la hora de interpretar las visitas a Tejada la Vieja. Es casi obligatoria en cualquier tipo de yacimiento arqueológico. Hablamos de la cartelería implantada hace unos meses en los puntos estratégicos donde los voluntarios de Scatiana hacen paradas explicativas.
Estos recursos han sido demanda constante de nuestra asociación para poder hacer de Tejada la Vieja un lugar adaptado a la visita turística. Afortunadamente, con las últimas dotaciones de fondos públicos se están pudiendo llevar a cabo. De hecho, aunque de momento el convenio entre Universidad de Huelva y Ayuntamiento de Escacena solo hable de tareas de mantenimiento y conservación, cada vez se aproxima más la fecha en que el regreso de las campañas de excavaciones sea una realidad. Eso sí, probablemente sean mucho más breves y concisas que las dirigidas hace varias décadas por el arqueólogo Jesús Fernández Jurado. Y esto es gracias a la precisión de los resultados obtenidos por el último georadar que se llevó a cabo en el yacimiento.
¿La intervención más inminente?
Quizás, y por seguir ahondando en la actualidad de Tejada la Vieja, la intervención más inmediata que se presenta enmarcada en estas tareas de conservación, sea la de reconstruir el afamado “hueco” de la muralla. Eso sí, con el objeto de respetar la historia arqueológica del lugar, se emplearán materiales distintos a la caliza original. Evidentemente, eso se hace para poder identificar que, allá por la década de los 70, el Doctor Antonio Blanco Frejeiro hizo una intervención arqueológica que destruyó parte del basamento pétreo de la muralla.

El convenio tripartito
Pero como decía, el cambio verdaderamente importante no es tanto el estético como el contextual. Las visitas a Tejada la Vieja han producido un cambio de contexto radical. Una vez que nos dimos cuenta que para proteger y conservar este Bien de Interés Cultural (B.I.C) se hacía imprescindible la participación de todos, el yacimiento arqueológico empezó a crecer a velocidad de vértigo en la carrera de ser uno de los monumentos turísticos más visitados de la zona. Y esto ha sido posible gracias al convenio tripartito que ya cumple su segundo año de vigencia entre la Universidad de Huelva, el Ayuntamiento de Escacena y la Asociación Cultural Scatiana. Cada cual desempeñando sus funciones y apostando a su manera por Tejada la Vieja.
El compromiso de Scatiana en las visitas
En Scatiana nos comprometimos entonces a difundir la importancia e historia de la ciudad tartésica a través de visitas a Tejada la Vieja periódicas y gratuitas. Para ello, creamos un portal web donde gestionar las reservas. Además, hemos logrado posicionarlo en los motores de búsqueda, dotándolo de contenidos exclusivos y maniobras y adaptabilidad SEO. De esta manera, y una vez que empezamos a recibir peticiones de reservas, articulamos una red de voluntarios. Cada domingo, estos reciben en el Paseo de la Libertad a gente proveniente de las inmediaciones (Sevilla, Bormujos, Valencina, Huelva, La Palma, Villarrasa…). Pero también a viajeros que han recorrido muchos kilómetros para ver la joya tartésica de Escacena (Córdoba, Madrid, Francia, e incluso los Estados Unidos de América).
En resumen, y he aquí la relevancia de este artículo, más de 800 personas han venido a Escacena para pisar las calles de una ciudad milenaria. Una ciudad que casi perdemos entre heces de caballo y matorrales. Pero, gracias al esfuerzo de voluntarios, instituciones y profesionales, hemos sabido rescatar y poner en valor. Ahora lo que queda es seguir mejorando, cumplir metas y sueños. Para ello, el compromiso y participación de la población local se hace irremediable.