Cuando nos empeñamos en hacer atractivo un lugar, que sea visitable e incluso interesante, pero olvidamos a los niños… tenemos que tener en cuenta que algo estamos haciendo mal. Los niños de hoy serán los que, mañana, tengan la conciencia de proteger, poner en valor y difundir nuestro patrimonio ¿De qué nos vale que un colegio visite un yacimiento arqueológico si los alumnos no pueden poner en práctica los conocimientos aprendidos? Habremos logrado que levanten la cabeza de sus smartphones sin nada a cambio. Hoy en este artículo queremos explicar la importancia que tienen las actividades extraescolares para niños cuando son originales y divertidas.
La Asociación Cultura Scatiana hace ya más de dos años que firmó un acuerdo con la Universidad de Huelva y el Ayuntamiento de Escacena del Campo para, cumpliendo con nuestros objetivos estatutarios, difundir el Yacimiento protohistórico de Tejada la Vieja. Así, y como ya sabrán la mayoría de nuestros lectores, no solo nos encargamos de realizar visitas gratuitas y guiadas a Tejada la Vieja. Vamos mucho más allá. De hecho, siempre tuvimos claro que una de las líneas a seguir daba especial protagonismos a los niños. Con las visitas y actividades extraescolares para los más pequeños, pronto nos dimos cuenta que necesitábamos más tejido voluntario y, sobre todo, ¡más paciencia!
En la actualidad, dentro del programa de actividades escolares para niños, hemos recibido la visita del CEIP Virgen de Luna -a cuyos alumnos les organizamos una gymkhana histórica-. También recibimos la visitad del Colegio Británico de Sevilla. Por supuesto, no nos olvidamos de aquellos peques que acompañan a sus padres cada fin de semana en las reservas de visitas individuales.
En definitiva, y a lo que nos estamos refiriendo, siempre hay que cambiar el modo de enfoque cuando se trata de niños –en este artículo explicamos bien a qué nos referimos a visitas extraescolares-.
Una actividad extraescolar en un yacimiento arqueológico de Huelva

Tejada la Vieja no solo destaca por ser una ciudad tartésica de enormes dimensiones para la época. Lo hace también por su muralla y por su situación estratégica en las primeras estribaciones de la Sierra de Tejada. Pero, de cara a la organización de una gymkhana, el yacimiento llama la atención por contar con grandes zonas de esparcimiento en plena naturaleza donde correr, saltar y jugar sin poner en riesgo los restos arqueológicos.
Aprovechando esta circunstancia, desde la Asociación nos pusimos en marcha para organizar una gymkhana a las niñas y niños del CEIP Sánchez Arjona de Paterna del Campo (Huelva) ¿Queréis saber cómo transcurrió el juego?
La llegada: un senderismo hacia Tejada la Vieja.
Como el buen tiempo nos acompañó en todo momento, el grupo pudo hacer un pequeño senderismo por la histórica Cañada Real del Arrebol. El trayecto fue de aproximadamente 2,5 kilómetros. ¡Para que luego digan que la Historia no puede combinarse con la actividad deportiva y saludable!
La visita guiada: una explicación de la historia de Huelva y Tejada la Vieja.
En esta parte de la actividad nuestra misión consistió en dejar claro al grupo que aquello que estaban visitando era parte de su propia historia y que, como tal, debían cuidarlo y darle valor. Así, lograrían ayudarnos a que Tejada la Vieja se diera a conocer aún más y se convirtiera en un lugar relevante que visitar en Huelva.
Por otra parte, explicamos todo lo que tenía que ver con el lugar (sin tecnicismos ni ¿arqueologísmos?) y los conceptos generales sobre tartésicos y fenicios, así como las diferencias entre romanos, griegos y egipcios.
La gymkhana: ¡que comience el juego!
Divididos por equipos y colores, a cada subgrupo le entregamos un zurrón con el material necesario para afrontar la actividad: un mapa del tesoro, un cuaderno de arqueólogo, un libro de viaje y…un bolígrafo, claro.
La primera prueba fue simultánea y consistió en buscar los materiales que los arqueólogos de Tejada la Vieja habían perdido por el yacimiento: un pico, una pala, un nivel…
Una vez los encontraron en sus escondrijos, empezaron a rotar por las 5 pruebas restantes ¿Quieres saber cuáles son?
Los juegos de toda la vida. Los participantes tenían que superar diferentes retos como encajar la herradura en la gavilla o superar una carrera de sacos.
Aquí premiamos la creatividad y la técnica de pintura. Todos tenían que pintar lienzos a modo de puzzle.
¿Qué era la escritura cuneiforme? Los niños no solo aprendieron el concepto, también lograron trasladar al castellano ¡los enigmas de las tablas de arcilla perdidas!
Por supuesto, las nuevas tecnologías también tuvieron cabida en esta gymkhana histórica. En esta prueba cada grupo tuvo que desarrollar su propio guión, improvisar el vestuario y ser los actores de su propio spot sobre Tartessos.
La capacidad de orientación fue fundamental para esta prueba. Retener el lugar donde se encontraban los edificios más importantes del yacimiento no fue fácil. Pero, aún así, lograron identificarlos y dibujar su planta.
Un final con sorpresa: la historia de Hércules y el escudo de Andalucía.
Al final de la actividad, y una vez que hicimos entrega de los correspondientes premios para el equipo ganador, los alumnos resolvieron el puzzle que ellos mismos pintaron minutos antes y se encontraron con el mismísimo escudo de la Comunidad Autónoma Andaluza ¿Qué tiene que ver eso con Tartessos y la protohistoria Ibérica? En otro post os sacaremos de dudas…


